Cómo aprender a manejar motos y autos
Conseguir una licencia para manejar un auto ha evolucionado de privilegio a necesidad para todo tipo de personas en casi todo el mundo. Los coches dan más confianza que las motocicletas y todo el mundo se mentaliza desde muy joven para acabar obteniendo el permiso de circulación antes o después. Por otro lado, lo hemos dicho antes y lo volveremos a decir: las motos molan y esa es la principal virtud frente a los coches. Desde que los primeros mecánicos empezaron a poner motores en los cuadros de las bicicletas, el estimulante desafío que supone la ecuación compuesta por velocidad, equilibrio y control ha cautivado tanto a los pilotos como a los espectadores, pero el otro ingrediente que se suma al aura rebelde del motociclismo es que las motos parecen ser incuestionablemente más peligrosas.
Es difícil defender la estabilidad de una motocicleta frente a la de un coche, para los más jóvenes, la idea de mantener el equilibrio sobre dos ruedas mientras se viaja a cierta velocidad puede resultar aterradora, pero no debería ser una experiencia desalentadora. De hecho, aprender a conducir una moto es probablemente más fácil y menos complicado de lo que se piensa en un principio.
Los cambios de marchas
Es común que las personas aprendan antes a conducir un vehículo de cuatro ruedas, pero sea cual sea el orden, lo primero que notará en cuanto se anime a ampliar sus horizontes de la conducción, es que las marchas funcionan de forma diferente. En cualquier caso, no deje que eso le desanime… Si está acostumbrado a cambiar de marcha en un auto, conocerá lo básico para conducir una moto. De igualmente manera, si conduce normalmente un coche automático, tampoco se preocupe porque los principios del cambio de marchas son sencillos.
Una moto suele poseer una caja de cambios secuencial, esto significa, como el propio nombre indica, que hay que cambiar de marcha en “secuencia”. Dicho de otra forma; se cambia de marcha en orden numérico. Este patrón directo de cambio de marchas hace que para algunas personas les sea más simple conducir una moto porque sólo se puede subir o bajar una posición y no hay patrones complicados que recordar.
En un coche, sin embargo, se puede cambiar de segunda a cuarta sin necesidad de tocar la tercera marcha. La buena noticia es que, si quiere obtener el permiso de circulación y se encuentra en los Estados Unidos de América, puede realizar la prueba con un coche automático. Así como en el Reino Unido, todo lo que hay que hacer para conseguir una licencia de motocicleta, es completar el curso CBT que puede realizarse en un scooter automático a partir de los 16 años o más.
Una particularidad del motociclismo por la cual mucha gente tiende a pensar que es complicado de antemano, es el patrón “uno abajo, cuatro arriba”. Si escucha a alguien hablar de ello, simplemente se refieren a que la primera marcha está en realidad por debajo del punto muerto en el orden de las marchas. Para arrancar una moto se comienza en punto muerto, se baja para salir en primera y luego se vuelve a subir más allá del punto muerto para entrar en segunda, tercera y hasta donde haga falta, así que el patrón de marchas de una motocicleta se podría resumir en realidad como: 1, N, 2, 3, 4. Puede que esto resulte algo confuso en un principio, pero en cuando el cuerpo se acostumbra a la mecánica, se hace de forma instintiva y natural.
Para meter las marchas, es necesario embragar primero y ambos vehículos tienen un sistema distinto para hacerlo. En el coche se embraga pisando el pedal correspondiente con el pie izquierdo y se cambia de marchas con la mano derecha siguiendo el dibujo de la palanca de cambios. En las motocicletas también se distribuye por lados, con la manilla se embraga y con el pedal del pie derecho se cambian las marchas.
¿Puede un familiar o amigo enseñarme a conducir?
La respuesta rápida es sí, toda experiencia que se adquiera al volante es positiva siempre que se adquiera teniendo en cuenta la seguridad propia y la de los demás, pero lo cierto es que toda escuela de manejo imparte clases así que tampoco es necesario matricularse sabiendo conducir. A pesar de ello, la manera más popular de comenzar cuando se aprende a conducir un coche es sentarse al lado de un amigo o familiar mientras te imparte sus años y años de experiencia.
Desde luego que esto es estupendo, puede aprender un montón de consejos prácticos y de posicionamiento en la carretera, pero no espere aprobar el examen de conducir basándose únicamente en los conocimientos transmitidos por un abuelo, un padre o un amigo, y lo mismo ocurre con el motociclismo.
El principal enemigo que hay que evitar es aprender malos hábitos. Es importante recordar que, aunque sus padres digan que son conductores “experimentados”, eso no significa en absoluto que sean hábiles. Además, ser bueno haciendo algo no te convierte automáticamente en un buen profesor en la materia en cuestión, todos los conductores seguros que conocemos han recibido clases adicionales de un instructor cualificado.
Así que, si bien es útil que un amigo te enseñe cómo funcionan las marchas, dónde está la palanca del embrague y qué pedal hace qué, también puedes esperar que te transmita muchos otros consejos o malos hábitos que podrían perjudicar tu conducción más que beneficiarla.